Reinventando a Maria
Pequeño proyecto de persona en busca de mundo y alguna buena compañía.
sábado, 23 de mayo de 2015
domingo, 8 de marzo de 2015
"El empirismo es el principio de la euforia o de la decepción"
El empirismo
es una doctrina filosófica que se desarrollo
en los siglos XVII y XVII contraponiéndose al racionalismo, con el fin de concretar, el
origen del conocimiento, realizando descripciones
fenomenológicas del mismo, para encontrar los
elementos que la constituyen. Los principales filósofos son los siguientes:
JHON LOKE(1632-1704):
Filósofo, médico, químico, biólogo, economista y político inglés. Estudio en Westminster y en Oxford. Fué profesor de Moral y ocupó cargos en la Cámara de Comercio y en El Ministerio de Su País de Hacienda.
JHON LOKE(1632-1704):
Filósofo, médico, químico, biólogo, economista y político inglés. Estudio en Westminster y en Oxford. Fué profesor de Moral y ocupó cargos en la Cámara de Comercio y en El Ministerio de Su País de Hacienda.
Fundador del empirismo moderno y
defensor de la libertad, su pensamiento revolucionario resultó e influyó
fuertemente en los economistas clásicos ingleses.
Es seguidor de W. Petty
. Defiende la propiedad privada como un derecho natural derivado del trabajo por lo que el estado no disponer puede arbitrariamente de ella.
Distingue empresarios tipos de interés monetarios y reales. Estudia la ecuación cuantitativa , concediendo al estilo de gran importancia velocidad de circulación del dinero.
GEORGE BERKELEY(1685-1753):
Filósofo
y clérigo irlandés, considerado el fundador de la moderna escuela del
idealismo. Berkeley mantenía que no se puede concebir que la materia
exista con independencia de la mente; los fenómenos de los sentidos sólo
pueden explicarse suponiendo que hay un dios que provoca de forma
continua la percepción en la mente humana.
Berkeley desarrolló su teoría filosófica como una respuesta al escepticismo y el ateísmo. Afirmaba que el escepticismo surge cuando la experiencia o las sensaciones se encuentran desligadas de los objetos, no dejando ningún camino posible para saber de ellos excepto a través de las ideas. Para poner fin a esta disociación, una persona tiene que reconocer que el "ser" de las cosas sensibles consiste sólo en que son percibidas. Todo lo que es percibido es real, por eso las únicas cosas cuya existencia se puede conocer son aquellas que se pueden percibir. Berkeley insistió, no obstante, en que las cosas sí tienen una existencia fuera de la mente humana y sus percepciones, pues las personas no pueden controlar las ideas que tienen. En consecuencia, debe haber una mente en la que existan todas las ideas, un omnipresente espíritu infinito, a saber, Dios, que lo percibe todo. El sistema filosófico de Berkeley eliminaba cualquier posibilidad de conocimiento de un mundo externo material. A pesar de que su sistema tuvo pocos seguidores, sus críticas a los razonamientos sobre un mundo separado externo y al concepto de la materia fueron poderosas y han influido en los filósofos posteriores.
Berkeley desarrolló su teoría filosófica como una respuesta al escepticismo y el ateísmo. Afirmaba que el escepticismo surge cuando la experiencia o las sensaciones se encuentran desligadas de los objetos, no dejando ningún camino posible para saber de ellos excepto a través de las ideas. Para poner fin a esta disociación, una persona tiene que reconocer que el "ser" de las cosas sensibles consiste sólo en que son percibidas. Todo lo que es percibido es real, por eso las únicas cosas cuya existencia se puede conocer son aquellas que se pueden percibir. Berkeley insistió, no obstante, en que las cosas sí tienen una existencia fuera de la mente humana y sus percepciones, pues las personas no pueden controlar las ideas que tienen. En consecuencia, debe haber una mente en la que existan todas las ideas, un omnipresente espíritu infinito, a saber, Dios, que lo percibe todo. El sistema filosófico de Berkeley eliminaba cualquier posibilidad de conocimiento de un mundo externo material. A pesar de que su sistema tuvo pocos seguidores, sus críticas a los razonamientos sobre un mundo separado externo y al concepto de la materia fueron poderosas y han influido en los filósofos posteriores.
DAVID HUME(1711-1776):
Historiador y filósofo escocés, que influyó en el desarrollo del escepticismo y el empirismo, dos escuelas de filosofía.
Las creencias filosóficas de Hume recibieron una gran influencia del filósofo inglés John Locke y del obispo y filósofo irlandés George Berkeley. Tanto Hume como Berkeley diferenciaban entre la razón y los sentidos. Hume, sin embargo, fue más allá e intentó probar que la razón y los juicios racionales son tan sólo asociaciones habituales con diferentes sensaciones o experiencias. Hume dio un paso revolucionario en la historia de la filosofía al rechazar la idea de causalidad, argumentando que "la razón nunca podrá mostrarnos la conexión entre un objeto y otro si no es ayudada por la experiencia y por la observación de su relación con situaciones del pasado. Cuando la mente, por tanto, pasa de la idea o la impresión de un objeto, a la idea o creencia en otro, no se guía por la razón, sino por ciertos principios que asocian juntas las ideas de esos objetos y los relaciona en la imaginación".
El rechazo de la causalidad implica también un rechazo de las leyes científicas, que se basan en la premisa de que un hecho provoca otro de forma necesaria y, como resulta predecible, siempre lo hará. Según la filosofía de Hume, por tanto, el conocimiento de los hechos es imposible, aunque admitía que en la práctica las personas tienen que pensar en términos de causa y efecto y deben asumir la validez de sus percepciones para no enloquecer. También admitía la posibilidad de conocimiento sobre las relaciones entre las ideas, como las relaciones entre los números en matemáticas. El punto de vista escéptico de Hume también negaba la existencia de la sustancia espiritual defendida por Berkeley y de la "sustancia material" defendida por Locke. Yendo aún más lejos, Hume negaba la existencia de una identidad del yo, argumentando que como las personas no tienen una percepción constante de sí mismas como entidades diferentes, no son más que "un conjunto o colección de diferentes percepciones".
Las creencias filosóficas de Hume recibieron una gran influencia del filósofo inglés John Locke y del obispo y filósofo irlandés George Berkeley. Tanto Hume como Berkeley diferenciaban entre la razón y los sentidos. Hume, sin embargo, fue más allá e intentó probar que la razón y los juicios racionales son tan sólo asociaciones habituales con diferentes sensaciones o experiencias. Hume dio un paso revolucionario en la historia de la filosofía al rechazar la idea de causalidad, argumentando que "la razón nunca podrá mostrarnos la conexión entre un objeto y otro si no es ayudada por la experiencia y por la observación de su relación con situaciones del pasado. Cuando la mente, por tanto, pasa de la idea o la impresión de un objeto, a la idea o creencia en otro, no se guía por la razón, sino por ciertos principios que asocian juntas las ideas de esos objetos y los relaciona en la imaginación".
El rechazo de la causalidad implica también un rechazo de las leyes científicas, que se basan en la premisa de que un hecho provoca otro de forma necesaria y, como resulta predecible, siempre lo hará. Según la filosofía de Hume, por tanto, el conocimiento de los hechos es imposible, aunque admitía que en la práctica las personas tienen que pensar en términos de causa y efecto y deben asumir la validez de sus percepciones para no enloquecer. También admitía la posibilidad de conocimiento sobre las relaciones entre las ideas, como las relaciones entre los números en matemáticas. El punto de vista escéptico de Hume también negaba la existencia de la sustancia espiritual defendida por Berkeley y de la "sustancia material" defendida por Locke. Yendo aún más lejos, Hume negaba la existencia de una identidad del yo, argumentando que como las personas no tienen una percepción constante de sí mismas como entidades diferentes, no son más que "un conjunto o colección de diferentes percepciones".
Filósofo,
matemático y estadista alemán, considerado como uno de los mayores
intelectuales del siglo XVII. Nacido en Leipzig, se educó en las
universidades de esta ciudad, de Jena y de Altdorf.
En la exposición filosófica de Leibniz, el universo se compone de
innumerables centros conscientes de fuerza espiritual o energía,
conocidos como mónadas. Cada mónada representa un microcosmos
individual, que refleja el universo en diversos grados de perfección y
evolucionan con independencia del resto de las mónadas. El universo
constituido por estas mónadas es el resultado armonioso de un plan
divino. Los humanos, sin embargo, con su visión limitada, no pueden
aceptar males como las enfermedades y la muerte integrando una parte de
la armonía universal. Este universo de Leibniz, "el mejor de los mundos
posibles", es satirizado como una utopía por el autor francés Voltaire
en su novela Cándido (1759).
Entre las obras filosóficas fundamentales de Leibniz se incluyen Ensayos de Teodicea sobre la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal (2 vols., 1710), Monadología (1714; publicado en latín como Principia Philosophiae, 1721), y Nuevo tratado sobre el entendimiento humano
(1703; pub. 1765). Los dos últimos influyeron mucho en los filósofos
alemanes del siglo XVIII, incluyendo a Christian von Wolff e Immanuel
Kant.
Dormir y sus consecuencias
Dormir consiste en el estar en un reposo consistente en la inacción o suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario. El proceso de soñar se denomina ensueño.
El sueño se divide en varias etapas y fases:
Fase de sueño lento o NO REM, y fase de sueño rápido o REM (siglas que corresponden a su nombre en inglés: Rapid Eye Movements o movimientos oculares rápidos). El sueño NO REM,
se divide, a su vez, en cuatro fases con características distintas. A
continuación describimos las cinco fases, que se alternan de forma
cíclica mientras la persona permanece dormida (cada 90/100 minutos,
aproximadamente, comienza un nuevo ciclo de sueño en el que los últimos
20 o 30 minutos se corresponden con la fase REM).
- Fase I: es la fase de sueño ligero, en la que las personas todavía son capaces de percibir la mayoría de los estímulos (auditivos y táctiles). El sueño en fase I es poco o nada reparador. El tono muscular disminuye en comparación con el estado de vigilia, y aparecen movimientos oculares lentos.
- Fase II: en esta fase el sistema nervioso bloquea las vías de acceso de la información sensorial, lo que origina una desconexión del entorno y facilita, por tanto, la actividad de dormir. El sueño de fase II es parcialmente reparador, por lo que no es suficiente para que el descanso sea considerado completo. Esta fase ocupa alrededor del 50% del tiempo de sueño en el adulto. El tono muscular es menor que en fase I, y desaparecen los movimientos oculares.
- Fase III: es un sueño más profundo (denominado DELTA), donde el bloqueo sensorial se intensifica. Si el individuo despierta durante esta fase, se siente confuso y desorientado. En esta fase no se sueña, se produce una disminución del 10 al 30 por ciento en la tensión arterial y en el ritmo respiratorio, y se incrementa la producción de la hormona del crecimiento. El tono muscular es aún más reducido que en fase II, y tampoco hay movimientos oculares.
- Fase IV: es la fase de mayor profundidad del sueño, en la que la actividad cerebral es más lenta (predominio de actividad delta). Al igual que la fase III, es esencial para la recuperación física y, especialmente, psíquica, del organismo (déficits de fase III y IV causan somnolencia diurna). En esta fase, el tono muscular está muy reducido. No es la fase típica de los sueños, pero en ocasiones pueden aparecer, en forma de imágenes, luces, figuras... sin una línea argumental. En esta fase es en la que se manifiestan alteraciones como el sonambulismo o los terrores nocturnos.
- Fase REM: Se denomina también sueño paradójico (a propuesta de Jouvet, un importante investigador del sueño), debido al contraste que supone la atonía muscular (relajación total) típica del sueño profundo, y la activación del sistema nervioso central (signo de vigilia y estado de alerta). En esta fase se presentan los sueños, en forma de narración, con un hilo argumental aunque sea absurdo. La actividad eléctrica cerebral de esta fase es rápida. El tono muscular nulo (atonía muscular o parálisis), impide que la persona dormida materialice sus alucinaciones oníricas y pueda hacerse daño. Las alteraciones más típicas de esta fase son las pesadillas, el sueño REM sin atonía y la parálisis del sueño.
Los transtornos del sueño son problemas con el hecho de dormir e incluyen dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, quedarse dormido en momentos inapropiados, demasiado sueño o conductas anormales durante el sueño.
Hay más de cien trastornos diferentes de sueño y de vigilia que se pueden agrupar en cuatro categorías principales, a saber:
- Problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido (insomnio).
- Problemas para permanecer despierto (somnolencia diurna excesiva).
- Problemas para mantener un horario regular de sueño (problema con el ritmo del sueño).
- Comportamientos inusuales durante el sueño (conductas que interrumpen el sueño).
El insomnio incluye dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido. Los episodios pueden aparecer y desaparecer, durar entre 2 y 3 semanas (a corto plazo) o ser duraderos (crónicos).
PROBLEMAS PARA PERMANECER DESPIERTO
Las personas con somnolencia diurna excesiva se sienten cansadas durante el día. Los síntomas que no son ocasionados por la falta de sueño o por sueño interrumpido se denominan hipersomnio.
Las causas de este problema abarcan:
- Afecciones médicas tales como la fibromialgia y bajo funcionamiento de la tiroides.
- Mononucleosis y otras enfermedades virales
- Narcolepsia y otros trastornos del sueño
- Obesidad, especialmente si causa apnea obstructiva del sueño
PROBLEMAS PARA MANTENER UN HORARIO REGULAR DE SUEÑO
También se pueden presentar problemas cuando no se mantiene un horario constante de sueño y de vigilia, lo cual sucede cuando se viaja cruzando zonas horarias distintas y con trabajos por turnos en horarios rotativos, particularmente los que trabajan en las noches.
Los trastornos que involucran una interrupción del horario del sueño abarcan:
- Síndrome de sueño y vigilia irregulares
- Síndrome del desfase horario
- Insomnio paradójico (la persona realmente duerme una cantidad de tiempo distinta a la que cree)
- Trastorno del sueño a causa del trabajo por turnos
Las conductas anormales durante el sueño se denominan parasomnio. Son bastante comunes en los niños y abarcan:
- Terrores nocturnos: se caracterizan por producir un terror extremo y un estado de inhabilidad para recuperar la consciencia completamente, la persona no tiene control de sus movimientos.
- Sonambulismo: Las personas que presentan sonambulismo desarrollan actividades motoras automáticas. Un individuo sonámbulo puede salir de la cama, caminar, orinar o incluso salir de su casa, mientras permanecen inconscientes y sin probabilidad de comunicación
- Trastorno de comportamiento asociado al sueño MOR (la persona se mueve durante el sueño MOR y puede representar sueños)
jueves, 27 de noviembre de 2014
Intelectuales y herejes.
Su peor enemigo fue el conocimiento y este les llevó a que la iglesia los tachara, juzgara y persiguiera. En la Edad Media, los hombres enfocados a descubrir avances técnicos y a hacer avanzar la ciencia se tachaban de blasfemos y acababan siendo asesinados. Aunque la ciencia tenía y tiene una gran función en nuestra vida, la de mejorarla, siempre ha causado controversia. Y más en esta época, en la cual, todos los libros estaban en manos de la iglesia, por lo que todo lo que estuviera fuera de sus gustos era tachado y echado a la hoguera. Algunos de los filósofos de esta época que fueron víctimas de la Iglesia o de la Inquisición son los siguientes:
Hipatia de Alejandría:
Vivió a mediados del siglo VI, era hija de un astrónomo y matemático de nombre Teón, su figura simbolizó la lucha entre los cristianos y los paganos. Era considerada el espíritu de Platón y el cuerpo de Afrodita. Destacó en el terreno de las matemáticas y astronomía.
Hipatia murió a los 45 o 60 años (dependiendo de cuál sea su fecha correcta de nacimiento), linchada por una turba de cristianos. Su asesinato se produjo en el marco de la hostilidad cristiana contra el declinante paganismo y las luchas políticas entre las distintas facciones de la Iglesia, el patriarcado alejandrino y el poder imperial.
Anaxágoras:
Nació en Clazomene (en la actual Turquía). Fue un filósofo presocrático que introdujo la noción de nous (mente o pensamiento) como elemento fundamental de su concepción física.
Sin embargo, fue acusado de impío en Atenas, por afirmar que el Sol era una enorme piedra ardiente, y no un dios, y que la Luna reflejaba meramente su luz; estas afirmaciones motivaron su exilio y hubiera terminado en la cárcel, de no ser salvado por Pericles, alumno suyo.
Maimónides:
Fue el médico, rabino y teólogo judío más célebre de la Edad Media. Tuvo una enorme importancia como filósofo en el pensamiento medieval. Nació en Córdoba en el año 1135.
Sufrió el exilio, primero dentro de Al Ándalus y después por el norte de África, debido a la intolerancia religiosa del Imperio Almohade. Maimónides, uno de los filósofos más grandes de la historia, intentó conciliar fe y razón, lo que le atrajo las críticas tanto de pensadores musulmanes como de parte de sus propios correligionarios judíos.
Leonardo Da Vinci:
Nació el 15 de abril de 1452 en Anchiano, cerca de Vinci, actual Italia. Fue crucial en el desarrollo de la cultura occidental, siendo reconocido como el padre del Renacimiento. Es por excelencia, para numerosos artistas y científicos actuales, el genio del segundo milenio.
No obstante el contexto cultural y social en el que se encontraba, marco mucho su carrera, fue acusado de homosexual por la inquisición, lo que lo llevo a sufrir persecuciones y a enfrentarse con la iglesia católica.
Nicolás Copérnico:
Nació en Torun la actual Polonia en 1473, él fue el primer astrónomo que estudio la teoría heliocéntrica del Sistema Solar. Su libro, "De revolutionibus orbium coelestium" (de las revoluciones de las esferas celestes), es usualmente concebido como el punto inicial o fundador de la astronomía moderna, además de ser una pieza clave en lo que se llamó la Revolución Científica, en la época del Renacimiento.
Esto ocasionó que la iglesia lo rechazara y lo persiguiera. A su vez varios científicos desaprobaban sus teorías, por lo que durante muchos años fue objeto de rechazo entre los mismos hombres de ciencia.
Miguel Servet:
Nació el 29 de septiembre de 1511, fue un teólogo y científico español. Sus intereses abarcaron muchas ramas: astronomía, meteorología, geografía, jurisprudencia, teología y el estudio de la Biblia, matemáticas, anatomía y medicina. Parte de su fama posterior se debe a su trabajo sobre la circulación pulmonar descrita en su obra Christianismi Restitutio.
Participó en la Reforma Protestante y desarrolló una cristología contraria a la Trinidad. Repudiado tanto por los católicos como por los protestantes, fue arrestado en Ginebra, sometido a juicio y condenado a morir en la hoguera por orden del Consejo de la Ciudad, cuando en ella predominaba la influencia de Juan Calvino.
Hipatia de Alejandría:
Vivió a mediados del siglo VI, era hija de un astrónomo y matemático de nombre Teón, su figura simbolizó la lucha entre los cristianos y los paganos. Era considerada el espíritu de Platón y el cuerpo de Afrodita. Destacó en el terreno de las matemáticas y astronomía.
Hipatia murió a los 45 o 60 años (dependiendo de cuál sea su fecha correcta de nacimiento), linchada por una turba de cristianos. Su asesinato se produjo en el marco de la hostilidad cristiana contra el declinante paganismo y las luchas políticas entre las distintas facciones de la Iglesia, el patriarcado alejandrino y el poder imperial.
Anaxágoras:
Nació en Clazomene (en la actual Turquía). Fue un filósofo presocrático que introdujo la noción de nous (mente o pensamiento) como elemento fundamental de su concepción física.
Sin embargo, fue acusado de impío en Atenas, por afirmar que el Sol era una enorme piedra ardiente, y no un dios, y que la Luna reflejaba meramente su luz; estas afirmaciones motivaron su exilio y hubiera terminado en la cárcel, de no ser salvado por Pericles, alumno suyo.
Maimónides:
Fue el médico, rabino y teólogo judío más célebre de la Edad Media. Tuvo una enorme importancia como filósofo en el pensamiento medieval. Nació en Córdoba en el año 1135.
Sufrió el exilio, primero dentro de Al Ándalus y después por el norte de África, debido a la intolerancia religiosa del Imperio Almohade. Maimónides, uno de los filósofos más grandes de la historia, intentó conciliar fe y razón, lo que le atrajo las críticas tanto de pensadores musulmanes como de parte de sus propios correligionarios judíos.
Leonardo Da Vinci:
Nació el 15 de abril de 1452 en Anchiano, cerca de Vinci, actual Italia. Fue crucial en el desarrollo de la cultura occidental, siendo reconocido como el padre del Renacimiento. Es por excelencia, para numerosos artistas y científicos actuales, el genio del segundo milenio.
No obstante el contexto cultural y social en el que se encontraba, marco mucho su carrera, fue acusado de homosexual por la inquisición, lo que lo llevo a sufrir persecuciones y a enfrentarse con la iglesia católica.
Nicolás Copérnico:
Nació en Torun la actual Polonia en 1473, él fue el primer astrónomo que estudio la teoría heliocéntrica del Sistema Solar. Su libro, "De revolutionibus orbium coelestium" (de las revoluciones de las esferas celestes), es usualmente concebido como el punto inicial o fundador de la astronomía moderna, además de ser una pieza clave en lo que se llamó la Revolución Científica, en la época del Renacimiento.
Esto ocasionó que la iglesia lo rechazara y lo persiguiera. A su vez varios científicos desaprobaban sus teorías, por lo que durante muchos años fue objeto de rechazo entre los mismos hombres de ciencia.
Nació el 29 de septiembre de 1511, fue un teólogo y científico español. Sus intereses abarcaron muchas ramas: astronomía, meteorología, geografía, jurisprudencia, teología y el estudio de la Biblia, matemáticas, anatomía y medicina. Parte de su fama posterior se debe a su trabajo sobre la circulación pulmonar descrita en su obra Christianismi Restitutio.
Participó en la Reforma Protestante y desarrolló una cristología contraria a la Trinidad. Repudiado tanto por los católicos como por los protestantes, fue arrestado en Ginebra, sometido a juicio y condenado a morir en la hoguera por orden del Consejo de la Ciudad, cuando en ella predominaba la influencia de Juan Calvino.
Ser y devenir. Parménides vs. Heráclito.
Parménides de Elea:
Su doctrina se basa en la afirmación del ser y el rechazo del devenir. El ser es uno, y la afirmación de la multiplicidad que implica el devenir, y el devenir del mismo no pasan de se meras ilusiones. Parménides veía dos caminos para acceder al conocimiento: la vía de la verdad y la vía de la opinión.
Afirma Parménides la unidad e identidad del ser. El ser es, lo uno es. La afirmación del ser se opone al cambio, al devenir, y a la multiplicidad. Frente al devenir, al cambio de la realidad que habían afirmado los filósofos jonios y los pitagóricos, Parménides alzara su voz que habla en nombre de la razón: la afirmación de que algo cambia supone el reconocimiento de que ahora "es" algo que "no era" antes, lo que resultaría contradictorio y, por lo tanto, inaceptable. La afirmación del cambio supone la aceptación de este paso del "ser" "al "no ser" o viceversa, pero este paso es imposible, dice Parménides, puesto que el "no ser" no es. El ser es ingénito, pues, dice Parménides si dices que procede del ser entonces no hay procedencia, puesto que ya es; y si dices que procede del "no ser" caerías en la contradicción de concebir el "no ser " como "ser", lo cual resulta inadmisible. Por la misma razón es imperecedero, ya que si dejara de ser ¿en qué se convertiría? En "no ser " es imposible, porque el no ser no es.
El ser es entero, es decir no puede ser divisible, lo que excluye la multiplicidad. Para admitir la división del ser tendríamos que reconocer la existencia del vacío, es decir, del no ser, lo cual es imposible. La nada es imposible pensarlo, pues no existe; y si fuera algún tipo de ser, entonces no habría división. La continuidad de del ser se impone necesariamente, y con ello su unidad. Igualmente, ha de ser limitado, es decir, mantenerse dentro de unos límites que lo encierran por todos lados.
El ser al que se refiere Parménides es material, por lo que difícilmente puede ser considerado éste el padre del idealismo. El hecho de que Platón, posteriormente, aceptando los postulados parmenídeos, identificara a ese ser con la Idea, no debe ser extrapolado históricamente hasta el punto de llegar a afirmar que Parménides interpretaba el ser como algo no material. La afirmación de que de el ser es Uno, finito, parece indicar claramente una concepción material del ser.
Heráclito de Éfeso:
La afirmación del cambio, o devenir, de la realidad. (Este cosmos [el mismo de todos] no lo hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que siempre fue, es y será fuego eterno, que se enciende según medida y se extingue según medida.) que se produce debido a:
-La oposición de elementos contrarios, que es interpretada por Heráclito como tensión o guerra entre los elementos. (
Conviene saber que la guerra es común a todas las cosas y que la justicia es discordia y que todas las cosas sobrevienen por la discordia y la necesidad.) Ahora bien, esa "guerra" está sometida a:
-Una ley universal, el Logos, (que podemos interpretar como razón, proporción...) que regula todo el movimiento de la realidad conduciéndolo a la armonía, y unificando así los elementos opuestos; de donde se sigue la afirmación de la unidad última de todo lo real. (
No comprenden cómo esto, dada su variedad, puede concordar consigo mismo: hay una armonía tensa hacia atrás, como en el arco y en la lira.)
La idea de que el mundo nos ofrece una realidad sometida al cambio no es original de Heráclito: a todos los pensadores presocrácticos les impresionó dicha observación. Las afirmaciones de que
todo fluyey
no se puede bañar uno dos veces en el mismo ríose las atribuye Platón libremente en sus diálogos, sugiriendo la correspondiente consecuencia:
nada permanece. Es probable que Heráclito insistiera en la universalidad del cambio más que sus predecesores pero, por los fragmentos que conservamos de su obra, lo hacía aún más en la idea de la medida inherente al cambio, en la estabilidad subsistente.
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